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Jul 13, 2023

Con la propagación de las variantes de COVID, cuídese y sea consciente del pasado

Estados Unidos fracasó gravemente durante la pandemia de coronavirus en varios frentes. La respuesta del gobierno fracasó en los primeros días y los estadounidenses pasaron más tiempo discutiendo sobre la situación.

Estados Unidos fracasó gravemente durante la pandemia de coronavirus en varios frentes. La respuesta del gobierno tropezó en los primeros días, y los estadounidenses pasaron más tiempo discutiendo sobre el coronavirus y los mandatos de máscaras que uniéndose para detener la propagación de la enfermedad y trabajando para dejarla atrás.

En 2023, cuando la pandemia (pero no la COVID-19) quede atrás, la nación tendrá la oportunidad de evitar los errores del pasado a medida que avanzamos hacia meses más fríos.

Tradicionalmente, enfermedades como la influenza y otras infecciones respiratorias empeoran cuando la gente regresa al interior. Los gérmenes se propagan más fácilmente cuando las ventanas están cerradas y las personas están en estrecho contacto. Cuando los niños regresan a la escuela, se contagian entre sí, a sus maestros y a sus familiares. El otoño y el invierno pueden ser placas de Petri de infección. Sucede todos los años.

A esa combinación, agregue el COVID-19.

En todo el país, los casos del virus parecen estar aumentando, y las hospitalizaciones siguen su ejemplo. En el pasado, las muertes normalmente comenzaban a aumentar una vez que los casos comenzaban a acumularse. Eso podría volver a suceder en los próximos meses, dependiendo de la virulencia de cualquier variedad de COVID-19 que exista. El virus también muta rápidamente, y se sospecha que la nueva subvariante ómicrón es la culpable del aumento actual de casos.

La propagación de COVID-19 incluso está provocando que algunas empresas recuperen temporalmente la obligación de utilizar mascarillas. Algunas escuelas están restableciendo el mandato de usar mascarilla, al igual que hospitales y clínicas en todo el país. Esta vez, no hagamos de estos esfuerzos otra disputa política.

Los funcionarios de salud pública saben qué funciona para reducir la propagación del COVID-19. Las mascarillas, el distanciamiento y las vacunas son herramientas comprobadas que reducen la incidencia de la enfermedad. Usarlos cuando el aumento de casos de virus indica precaución ayudará a todos a pasar el invierno.

Es decir, si podemos evitar otra dolorosa confrontación pública.

Es más difícil saber exactamente dónde se encuentra la nación en su batalla contra el COVID-19 porque las herramientas de seguimiento están menos activas que durante la pandemia. Las pruebas no están tan disponibles y los números de casos a menudo no incluyen los resultados de las pruebas caseras. Nuevo México puede ayudar a rastrear la enfermedad si los funcionarios de salud pública instan a que se realicen pruebas (y el estado se asegura de que las pruebas sean abundantes y accesibles) para que los infectados puedan aislarse.

A la Organización Mundial de la Salud le preocupa que los casos más nuevos puedan atribuirse a la subvariante EG.5, denominada Eris. Se trata de una cepa de ómicrón que los funcionarios de salud consideran “una variante preocupante” porque tiene el potencial de mutar en una forma más contagiosa o grave de la enfermedad.

La preocupación debería unir a todos: detener la propagación de un virus que muta sin control y tiene el potencial de matar. Recuerde, más de 1 millón de personas en los Estados Unidos han muerto como resultado del COVID-19.

A medida que se acerca el otoño, la mejor apuesta para la humanidad es dejar de utilizar el COVID-19 como un garrote político para poder mantenernos a salvo unos a otros. Las personas inmunocomprometidas y enfermas, especialmente, deben usar máscaras y mantener la distancia a medida que aumentan los casos.

Los demás deben ser considerados y compasivos: usar una mascarilla sin quejarse si eso es lo que exige el consultorio de su médico. Las escuelas podrían decidir implementar el aprendizaje remoto si las enfermedades están demasiado extendidas, y no solo el COVID-19, sino también la influenza o el VSR. Además de las escuelas que exigen mascarillas, algunos distritos de Kentucky y Texas ya han cancelado clases para evitar contagios. Esta es la nueva normalidad en una temporada de contagios.

Y esa nueva normalidad, pospandémica, será bastante difícil de transitar sin discusiones continuas y contraproducentes.

¿Podemos hacerlo mejor este año? Debemos.

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